DRAGONES DE PLASTILINA

Dragones de plastilina

 

Hoy jueves (26 de enero) por la tarde, nos ha visitado en clase Marcos Buenacasa; un chaval que estudia cuarto de la ESO y que es hermano de uno de mis alumnos. Ha venido con una colección de dragones de plastilina de variados tamaños, que él mismo fabrica con una imaginación y una habilidad que llaman la atención. Durante una hora ha estado enseñándoles a mis alumnos a hacer dragones y lo ha hecho con mucho sentido pedagógico: primero les ha invitado a hacer pinchos, después una pata, a continuación la cola, seguidamente cabeza y boca, las alas,… Y por último, una vez habían practicado parcialmente la fabricación de un dragón, ha llegado el momento de partiendo de nuevo de una bola de plastilina y recordando los pasos dados, construirlo entero. El alumnado se ha portado de cine porque Marcos ha conseguido enredarlos con una actividad atractiva.

Al final, todos han hecho su dragón. Cierto que algunos no podrán volar jamás y otros no tiene orificio para echar fuego; alguno ha terminado con una sola pata por lo que tendrá difícil el desplazamiento y más de uno ha quedado mutilado al desprendérsele un ala e incluso la cola, pero esos defectos también forman parte de los aprendizajes y nos han permitido echarnos unas risas.

Le he agradecido a Marcos su visita y su valentía y ya hemos quedado que volverá a enseñarnos otras cosas. Antes que eso ocurra, Marcos visitará a los chicos de sexto B para invitarles también a construir dragones con ese material que ya casi tenían olvidado: la plastilina. Con las fotos que acompañan a este breve texto, se entiende y se disfruta mejor el trabajo realizado.

 

Texto y fotos:

Mariano Coronas Cabrero