EL CÓMIC
“Los bocadillos también se leen…”
Una aproximación al mundo del cómic, desde la biblioteca escolar del CEIP Miguel Servet de Fraga
La palabra bocadillo, dicha así, sin contextualizar, sugeriría al menos al 90% de los oyentes, dos trozos de pan con algo sustancioso que los separa… Sin embargo, en nuestro caso, hace referencia a un intento de aproximarnos al mundo del cómic, ofreciendo la posibilidad de conocer, leer y experimentar. Y en conseguir algo de lo anterior, nos hemos afanado a lo largo del segundo y parte del tercer trimestre de este curso escolar, convirtiendo nuestra biblioteca escolar en una “Bibliocómic”.
De modo que, durante todo ese tiempo, hemos ido dando pasos para desarrollar el proyecto titulado “Los bocadillos también se leen…” Pretendíamos poner el cómic en el punto de mira del alumnado. Para ello, colocamos una buena parte del fondo de nuestra biblioteca escolar en expositores que permitieran hacer más visibles las portadas y ofrecerse de manera más directa y sugerente. A partir de ahí, hicimos la invitación a mirar y leer esos materiales cada vez que un grupo-clase acudiera a la biblioteca.
Diferentes exposiciones (en los cinco expositores acristalados de que disponemos), utilizando sobre todo ejemplares de El Pequeño País en variados formatos, ofrecían más puntos de atención e interés sobre el tema. La primera de todas ofrecía portadas de la citada revista, dibujadas por el Premio Nacional de Ilustración de 2011: Emilio Urberuaga, titulada “Héroes del cómic”. Otras posteriores se confeccionaron con páginas interiores de las citadas revistas para ver distintos tipos de historietas y conocer otros personajes. En otra de las exposiciones, se mostraban noticias de prensa relacionadas con este género e incluso una pequeña selección de marcapáginas que tenían como protagonistas a personajes de cómic.
Los trabajos de ornamentación de la biblioteca comenzaron ya en enero y las madres que se ocuparon de ello –y que realizaron un trabajo amplio, colorista y variado, cumpliendo con creces su cometido- reunieron en un mismo espacio a muchos de los héroes de cómic que conocemos: Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, las hermanas Gilda, Astérix y Obélix, Tintín y Milú, Carlitos y Sally Brown, el Botones Sacarino, Mafalda, el Guerrero del Antifaz, Batman y Supermán, Son Goku… Pegados en las paredes, apoyados en el suelo o colgando del techo han ofrecido y ofrecen el clima adecuado de ambientación y motivación, importantes dentro del desarrollo del proyecto.
Más adelante, se programaron dos tardes para desarrollar “talleres de cómic”: uno de caricaturas, con el dibujante Carlos Enríquez, para el alumnado del tercer ciclo y otro de manga, coordinado por Jaime Palau (exalumno del colegio) para el alumnado del segundo ciclo. Los chicos y chicas que asistieron a ellos, quedaron fascinados por la capacidad que muestran algunas personas para hacer, fácilmente, lo que a ellos tanto les cuesta, en general.
A través de tutores y tutoras, se pidió al alumnado la confección de un cómic; queríamos que escribieran una historia breve –real o imaginaria- y que la dibujaran. A lo largo de todo el mes de mayo, se han ido exponiendo los cómics que han elaborado los niños y niñas del colegio, fruto de esa invitación. Cada semana se exponen los trabajos de un ciclo que luego se encuadernan y acaban como fondo documental en la biblioteca escolar.
Durante las tardes de los días 8, 9, 10 y 11 de mayo, a razón de dos sesiones por tarde, el Grupo de Madres Cuentacuentos, realizaron las tradicionales sesiones, en este caso, de “cuenta-cómic”. Presentaron su monumental “Caja-libro”, sacando de su interior diversas “tiras” de grandes dimensiones que cada una de las “cuentistas” iba explicando: la primera contenía los personajes que habitualmente aparecen en las tiras de Mafalda; la segunda mostraba con humor a Sally Brown (hermana de Carlitos). La tercera, tenía como protagonista al gato Garfield y su pasión gastronómica por la lasaña; la cuarta reproducía una aventura que representaba muy bien qué clase de tipos eran (y aún son) los incombustibles Zipi y Zape y, por último, la “tira gala” en la que Astérix contaba la famosa caída de Obélix en la marmita de la poción mágica, que acabaría dándole una fuerza inusitada.
Tras esa inesperada puesta en escena, las madrescuentacuentos ennegrecieron aún más su rostro y sus contornos y se colocaron en el pequeño escenario que habían preparado para representar una pequeña aventura, titulada “Globito”, utilizando la técnica del teatro negro. Al final de la representación, entregaban al alumnado un marcapáginas-recuerdo de la actividad, elaborado con cinco viñetas de las realizadas por los chicos.
De todo lo anterior, salieron airosas como siempre, y dejaron muestras de su continuada implicación en la dinamización de la biblioteca escolar, contribuyendo significativamente al desarrollo del mayo cultural del colegio.
La penúltima acción, que aún continúa es una muestra de tebeos viejos, aportados por maestros y maestras y padres y madres que guardaban algunos ejemplares de su infancia: TBO, Hazañas bélicas, el Capitán Trueno, El Llanero solitario, El Guerrero del Antifaz, varios ejemplares de la colección “Joyas literarias juveniles”, Pulgarcito, Tío Vivo, Don Miki, Lily, Super López, Tobi, colección Olé, Hazañas del oeste, Supermán… Ahí están, sobre varias mesas de la biblioteca, muy a mano de sus potenciales lectores y lectoras, presentados por el profesorado que acompaña a niños y niñas a descubrir lo desconocido y les invita a mirar y leer…
Nuestra biblioteca escolar se abrió por primera vez el 14 de marzo de 1988 y la primera actividad organizada para todo el centro fue una “Semana del cómic”, entre el 14 y el 21 de abril de 1989. Digamos que estamos en una singladura capicúa, camino como vamos del 25 aniversario de la apertura de la misma, en marzo de 2013. Mientras tanto, celebramos esa bonita polisemia de la palabra bocadillo: nos los comemos en el recreo y los leemos en la biblioteca.
Mariano Coronas Cabrero
Maestro de Primaria. CEIP Miguel Servet de Fraga